Ufff parece que sí. Según un nuevo
estudio del Connecticut College en New London, las
clásicas galletas de Nabisco son tan adictivas como la cocaína.
Ahora que lo pienso, no suena tan
descabellado, esas galletas son deliciosas y sí, súper adictivas, especialmente
las que tienen doble crema.
Según la investigación, comer Oreos en
cierto entorno puede resultar tan placentero como consumir cocaína o morfina
también en ciertas circunstancias.
La conclusión es que alimentos altos en
grasa y azúcar, como las Oreos, estimulan nuestro cerebro, llegan hasta su “centro
de placer” del mismo modo que lo hacen las drogas y la gente las consume
incluso sabiendo que no son buenas para la salud.
Los investigadores hicieron pruebas con
ratones y compararon los niveles la respuesta en el cerebro frente a las Oreos
y a las drogas, parece que las galletas ganaron por goleada.
Esto las mamás lo intuíamos hace rato,
nada más hay que ver como los niños se ponen morados de galletas, helados,
cupcakes o cualquier cosa que contenga la combinación alto en grasa y azúcar.
¿Cuál es la solución?, ¿prohibir a
rajatabla, controlar su consumo o no
preocuparnos demasiado y dejar que las coman cuando les apetezca?.
En mi casa siempre hay galletas, nos
encantan a los cuatro, pero todos sabemos que se pueden comer con moderación,
mis hijas lo aprendieron desde pequeñas y nunca han pedido más de las que les
doy.
Soy yo la que a veces, y a
escondidas, pienso que se me van a salir
las Oreos por las orejas, ufff.
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