Las mujeres en general tenemos la
sensación que tratándose de la casa y los hijos, nosotras hacemos más.
Y probablemente así sea, según este estudio, las mujeres dedican el 70 % de su tiempo, esto es cuando
no están trabajando o durmiendo, a labores
de la casa y la crianza. Mientras, los
hombres, 50%.
No niego que el panorama ha cambiado
muchísimo si lo comparamos con la época de nuestros padres, porque sin ánimo de
exagerar, no creo que en nuestra infancia hallamos visto a ningún papá
empujando un cochecito o dando la comida a su hijo. Hoy, lo común es que
trabajen tanto el padre como la madre y que a partir de ello los hombres
definitivamente se hayan ido
involucrando más con las tareas relacionadas con la casa.
Mi marido no tiene problemas en hacer
ciertas cosas de la casa, aunque el proceso no ha sido fácil, en principio por
mí misma, porque cuando me convertí en madre me dio por asumir todos los roles
de la casa.
Dos generaciones de padres: Mr Mom. en primer plano haciendo galletas para santa y detrás Cesar Avilés, mi papá. |
Hasta que por supuesto me cansé y entendí
que si esto no era cosa de dos, el matrimonio no funcionaría.
Es cierto que disposición no le ha faltado
pero hemos tenido que aprender los dos en el camino, él ha involucrase más y yo
a dejar que haga, así mi ropa salga de
la secadora como para la Barbie.
No ha sido fácil que llegue a entender de
que no se trata de que “ayude” sino de que “comparta” las obligaciones porque
en este barco estamos los dos y que yo recuerde las hijas también son de él.
El estudio destaca que las mujeres “se
queman” por tantas obligaciones y que el sentimiento de hacer más siempre más
las acompaña.
Yo solo digo, como se lo repito a mi
marido, que “happy wife, happy life” y nada peor que tener a una mujer en casa
amargada por su tareas para que todo lo demás no funcione bien.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario