Hace tres semanas la menor de mis hijas dejó el pecho, fue una decisión casi unilateral (de mi parte, claro), sin sentimiento de culpa pero sí feliz de haber terminado esa etapa. Tres hijas, 11 meses, 14 meses y 18 meses, respectivamente, de lactancia.
Un vínculo lindo pero a ratos incompatible con la vida moderna. Demandante en tiempo pero satisfactorio en todo lo demás.
Dolió al principio con las tres, así que no estaba haciendo nada mal (como dicen los "expertos"), sencillamente mis pezones eran muy sensibles. Me dio fiebre y mastitis las tres veces, ¿mi problema? sobreproducción de leche.
Mis hijas tomaban a demanda, la segunda estuvo brevemente en fórmula porque tenía intolerancia a la lactosa (que yo consumía) un par de semanas en una dieta "dairy free" y fin del asunto.
No fue fácil, pero era mi decisión e iba a llevarlo a cabo a pesar de las adversidades. Hubo momentos en los que hasta pensé no hacerlo, hasta mi mamá me dijo un día "yo no lo hubiera hecho" (a ratos pienso que fui masoquista), pero al final pasó todo y lo logré.
Me fue cómodo porque no tenía que levantarme a hacer teteros, conveniente porque podía darle pecho en casi cualquier parte y porque sabía que la estaba alimentando bien.
No más tetero vs. teta, ni el fanatismo cuasi religioso de algunas a favor de uno y de otro. Es el fin de una
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